Con su rica fuente de ácido ascórbico ayuda crucial-mente a la secreción de insulina. entre los cuales encontramos vitamina C, beta-caroteno, quercetina y ácido clorogénico. Este último, el ácido clorogénico, ha demostrado disminuir la absorción de azúcar en las células y los estudios con animales han encontrado que reduce los niveles de azúcar en la sangre. Además gracias a su alto contenido de vitamina A (antioxidante) ayuda a convertir el beta-caroteno de manera eficiente, es decir, reduce el riesgo de ceguera en los diabéticos.
Ayuda a mantener en equilibrio la producción corporal de óxido nítrico, la cual es esencial para el funcionamiento óptimo de los vasos sanguíneos. Mientras mejor sea el trabajo de los vasos sanguíneos, menor será su riesgo de hipertensión. Los isotiocianatos, flavonoides y ácidos fenólicos en las hojas, vainas y semillas de moringa también tienen propiedades antiinflamatorias.
Las hojas de moringa son ricas en antioxidantes, con más de 46 antioxidantes, la moringa es considerada una de las mejores opciones para atrapar los radicales libres y prevenir las enfermedades como:
La Zeatina, encontrada en la Moringa, es un anti-oxidante súper poderoso anti-envejecimiento. Retrasa el proceso de envejecimiento al ayudar al cuerpo a sustituir las células muertas a un ritmo mucho más rápido, dando un aspecto más joven a la piel.
La moringa también tiene propiedades que disminuyen el colesterol, y un estudio con animales encontró que sus efectos podían compararse a los del medicamento simvastatina, para reducir el colesterol.